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Mandala Lunar

¿QUE ES?

La Mandala Lunar es un diario, agenda y libro creado con el propósito de facilitar una mayor conexión con nuestro cuerpo y también con la tierra y los ciclos naturales; rescatando y uniendo conocimientos tradicionales y contemporáneos, arte y autoconocimiento en una herramienta sanadora y transformadora. La Mandala se organiza a partir de la unión del calendario solar y lunar, proporcionando una mayor conexión y percepción de los ciclos que se manifiestan en la naturaleza, dentro y fuera de nosotres. El libro ofrece herramientas para el registro diario de las sensaciones físicas, emocionales y energéticas que circulan en nuestro interior, volviéndonos más atentas y conscientes de nosotres mismes.  Al observar la naturaleza y sus ciclos, somos capaces de asumir nuestros propios ciclos como sagrados, divinos y completamente naturales. 

 

¿CÓMO USARLA?

Colores (como leyenda para tus sensaciones)

La forma más inmediata de visualizar las oscilaciones en el diagrama lunar es a través de colores, pues permiten percibir la intensidad de las sensaciones y aspectos que decidís estudiar sobre vos misme. Definí un color para representar cada una de tus sensaciones/emociones. Creá tu propia leyenda en el señalador de papel que encontrarás dentro del libro, pintando el espacio correspondiente y escribiendo al lado su significado. Para poder comparar los ciclos con mayor facilidad, es importante que uses los mismos colores durante todo el año, siguiendo el mismo orden en el diagrama. El señalador será tu guía. Si lo perdés, también podés descargarte una copia aqui.

Símbolos (para señalar cosas puntuales)

Los símbolos existen para que puedas visualizar el ritmo en el que se repiten acontecimientos o cosas puntuales a lo largo de tu ciclo. Podés crearlos para registrar tus percepciones físicas, psíquicas, emocionales, tus acciones y actividades. Adquieren más sentido cuando representan cosas que hacés con algún tipo de frecuencia. Tu biblioteca de símbolos va siendo construida a lo largo del año. 

Sensaciones físicas

El anillo externo de la mandala está reservado para que puedas colocar los símbolos de las percepciones físicas relacionadas con tu ciclo menstrual. Podés usar los ejemplos que te ofrecemos para crear y diseñar los símbolos de las manifestaciones y acontecimientos más comunes de tu ciclo (como dolor menstrual, granos, hinchazón, etc.).

Recuento del ciclo menstrual

Justo encima del anillo central, hay un espacio dedicado a la numeración de los días de tu ciclo menstrual. Comenzá a contar a partir del primer día de sangrado (la sangre viva representa el día 1) y continuá enumerando hasta el principio de la próxima menstruación, cuando reiniciarás el recuento. Para observar cada ciclo con más facilidad, podés dibujar una línea roja entre ambos.

Menstruación y moco cervical

El anillo central de la Mandala es un espacio para colorear de rojo durante los días en los que estés sangrando y para usar otro color para los días en los que notés presencia de moco o flujo vaginal; coloreando de acuerdo con la intensidad de cada flujo.

Ejemplo de uso de la Mandala

En esta propuesta hemos elegido observar 9 energías cíclicas inspiradas en los chakras, a las que llamamos de poderes.

Presencia: estar presente es estar despierte, centrade y consciente, con tu atención en lo que estás haciendo. Es estar en el aquí y el ahora, reconociendo que éste es el único instante en el que realmente podemos ser y actuar. La falta de presencia se manifiesta en forma de ansiedad, falta de atención, accidentes, olvidos, preocupaciones, fantasías, ensueños, pensamientos sobre resultados futuros o acontecimientos pasados.

Intuición: la intuición se percibe cuando estamos más presentes y atentes para escuchar las señales que se nos presentan a través de sensaciones, visiones o sueños. Todes somos intuitives, pero la mayoría de las veces no escuchamos las señales que nos llegan. El movimiento de despertar la intuición consiste en escuchar la sabiduría que nos conecta con las fuerzas de la naturaleza y el universo y confiar en ella.

Extroversión: en ciertos momentos de nuestro ciclo nos resulta más fácil socializar con otras personas, queremos ir a eventos sociales, hablar con desconocides, hablar en público y expresarnos. Otras veces podemos querer quedarnos en casa sin hablar con nadie. Colorea con intensidad en los momentos en que te sientas más sociable y con poco color cuando esta energía no esté presente. Para los días en que te sientas introvertide, deja este espacio sin color. Al igual que toda la energía presente en el universo, en los movimientos de la luna, la tierra y las estaciones, nuestra energía es cíclica y se manifiesta a través de movimientos de contracción y expansión. En un momento nos sentimos con la energía dirigida hacia dentro (en las plantas la energía durante la luna nueva se concentra en las raíces) y en otros momentos con la energía dirigida hacia fuera (en las plantas la energía durante la luna llena se concentra en las hojas). Ambos movimientos son rítmicos y saludables. Cada uno aporta sus cualidades y enseñanzas a nuestra vida.

Amorosidad: es nuestra capacidad de dar amor a les demás y a nosotres mismes. De ser generose y compasive y de crear conexión y empatía. El amor es un flujo energético que se expande y se cumple con la gratitud, ya sea por la existencia de otro ser, por la conciencia sobre algo o simplemente por estar vivo. Es un flujo circular y completo, ya que la gratitud es una apertura y un reflejo del amor. Así, dar y recibir forman parte de un único movimiento, que es el de la entrega al flujo.

Autoconfianza: es reconocer y aceptar nuestro propio valor. Arriesgar, atreverse, revelarse, tener el valor de ser quienes somos. La falta de confianza en une misme se manifiesta en la práctica de la comparación, en el miedo a equivocarse o a generar conflictos. El miedo a cometer errores nos hace pensar que somos incapaces de hacer cosas de las que somos capaces y crea un exceso de crítica y perfeccionismo sobre nuestras acciones. El miedo a crear conflictos nos hace asumir una culpa que no es nuestra y anular nuestras necesidades. La autoconfianza florece cuando entendemos que la rigidez que tenemos con nosotres mismes se alimenta de la misma maldad que genera la rigidez que tenemos con los demás. Cuando nos liberamos del paradigma de la comparación, aceptamos nuestra grandeza al darnos cuenta de que todes somos igual de grandes.

Energía sexual o libido: la energía sexual puede utilizarse como fuente de poder y creación tanto de vida como de otras ideas y proyectos. Ser consciente de la libido es aprender sobre cómo vemos el deseo y el placer. Cuando conocemos nuestro cuerpo y vivimos nuestra sexualidad sin los tabúes del patriarcado y de la sociedad de consumo, asumimos la responsabilidad de nuestra salud sexual y así ganamos autonomía, confianza y libertad de los patrones de deseo impuestos. La energía sexual o libido puede manifestarse cíclicamente a través de nuestro ciclo menstrual, observa cómo se manifiesta esta energía en tu ciclo y qué otras energías están asociadas o en oposición.

Fuerza de acción: se trata de nuestro poder para materializar y poner en práctica nuestros proyectos e ideas. Es la fuerza para transformar los sueños en realidad, ya sea mediante la disciplina y el hábito o simplemente la fuerza para resolver los pequeños asuntos pendientes del día a día. La baja intensidad de esta fuerza o su estancamiento puede percibirse a menudo por la procrastinación.

Energía vital: es la energía física y mental que nos hace sentir presentes, vives y actives en el mundo. Cuando nuestra energía vital fluye, nos sentimos más dispuestes, y cuando está baja o estancada, nos sentimos cansades, indispuestes y necesitamos descansar.

El objetivo de esta propuesta es analizar tu ciclo y percibir en qué periodo esos poderes son más intensos, sutiles o inexistentes. Para eso, deberás pintar con cada color, de acuerdo con la intensidad en la que los “poderes” se manifiestan, haciendo más o menos presión en el lápiz. 

Podemos analizar la mandala rellena en la imagen superior a partir de dos aspectos: en relación al ciclo menstrual y sus arquetipos; y en relación a la Luna en el cielo. Percibimos que el periodo menstrual coincide con los días de mayor intuición y sueños. La energía vital y fuerza de acción aumentan después de terminada la menstruación, marcando el inicio de la fase de la Joven. En la fase Anciana (menstrual), se manifiestan otros poderes como el de la intuición y presencia. 

En relación a la Luna externa (en el cielo), podemos notar que la extroversión y la libido estaban más fuertes cerca de la Luna llena, siendo prácticamente inexistentes en la menguante. Es posible entonces identificar que el periodo de la Luna menguante es de introversión; y si eso se repitiese en más ciclos, podríamos reconocer ese dato como un patrón personal, para así poder organizarnos y vivir de forma plena durante ese periodo (estando en casa, leyendo, creando). Así, no nos obligamos a socializar en periodos en los que sistemáticamente nuestra voluntad es la de no salir de casa.  

Es posible observar la mandala también a partir de la ausencia de poderes, percibimos que en algunos momentos sentimos introversión, desatención, inseguridad, cansancio, procrastinación, apatía o rabia, desinterés o incluso aversión ante cualquier estímulo sexual, al observar los espacios sin color que se presentan en la mandala. 

En cada periodo de nuestro ciclo, presentamos poderes diferentes en intensidades diferentes. Conociendo nuestros patrones podemos planificarnos para aprovechar las potencialidades de cada fase; y al identificar la falta de estos poderes en otras mandalas, podemos evitar someternos a situaciones que ya sabemos que no son propicias para ciertos momentos de nuestro ciclo.